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3 secretos de la lejía que desconoces

3 secretos de la lejía que desconoces

Seguro que en casi todos nuestro hogares podemos encontrar una botella de lejía. Es un producto de uso frecuente pero, ¿Sabes todo lo que este producto puede hacer por ti? Como profesionales del sector te desvelamos los múltiples usos que puedes darle y así sacarle su máximo partido.

Es conocido técnicamente como Hipoclorito de Sodio (NaClO) y tiene varias concentraciones, normalmente en casa solemos tener la lejía de más baja concentración, pero a nivel industrial y profesional la concentración es superior por ejemplo para la fabricación de productos como el papel.

La lejía es un desinfectante de alta calidad y eficacia, pero cumple muchas más funciones. Su función desinfectante suele ser la más conocida y extendida tanto dentro del sector profesional/industrial como doméstico.

Lejía de uso doméstico

Es la que utilizamos como desinfectante habitual en casa y para llevar a cabo las tareas de limpieza del día a día. Este desinfectante no contamina el agua ya que se degrada completamente y de forma rápida tras su uso, se descompone en sal y agua.

Recomendamos su uso al hacer una lavadora, como mínimo una vez a la semana, ya que este electrodoméstico acumula gérmenes y la lejía ayuda a prevenir la proliferación de microorganismos con los que nosotros estamos en contacto diario y que se impregnan en los tejidos. Hoy en día es habitual el lavado a bajas temperaturas lo que hace que no sea suficiente el uso del detergente para desinfectar nuestra ropa y dejarla completamente limpia. Al mismo tiempo evitamos los efectos que pueden provocar, como irritaciones en la piel, malos olores o algunas enfermedades.

Las manchas difíciles y restos de suciedad de la ropa de hogar o de los niños, por ejemplo, son más fáciles de eliminar con lejía ya que convierte estas manchas en sustancias solubles fáciles de eliminar con agua y detergente. Este producto es ideal para la limpieza y blanqueo de prendas blancas o de colores claros de algodón y de tejidos sintéticos, pero recuerde que para lavar prendas delicadas, de seda o nylon, no debe utilizarse la lejía.

También podemos utilizarla para blanquear fregaderos de cerámica. Se llena el fregadero hasta arriba de agua con un chorro de lejía. Dejar actuar durante una hora. Aunque en el caso de que esté muy amarillo se puede dejar actuar hasta 24 horas.

3 funciones de la lejía en el hogar:

  1. Ayuda a dejar la ropa más blanca.
  2. Elimina las manchas difíciles.
  3. Desinfecta las prendas.

Con esta triple acción conseguimos evitar posibles alergias o reacciones de la piel y lucir nuestras prendas siempre impecables.

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