¿Puede el amoníaco ser un buen añadido en las formulaciones de tus productos? Más de un fabricante de diversas industrias se plantea usar este producto, y hoy en Vadequímica los ayudaremos a todos a salir de dudas.
El amoníaco, también conocido por otros nombres como amoniaco (sin acento), azano, espíritu de Hartshorn, trihidruro de hidrógeno o gas de amonio es un componente químico básico en muchas preparaciones.
Su fórmula química, para servir de referencia, es NH3 (una parte de nitrógeno y tres de hidrógeno) y en la naturaleza se encuentra normalmente en forma de gas incoloro con un olor característico.
El amoníaco procede mayormente de la descomposición de materia orgánica y no solo se puede conseguir en forma de gas, ya que el amoníaco puede quedar impregnado en el suelo o en el agua.
A pesar de lo que pueda parecer, el amoníaco es también una valiosa fuente de nitrógeno para cualquier planta y animal o bacteria. De hecho, es un componente que no suele estar presente en el ambiente mucho tiempo, puesto que animales, plantas y bacterias lo aprovechan para nutrirse.
El amoníaco que vendemos en nuestra tienda está disuelto en formato líquido (lo que se conoce como hidróxido amónico), mezclado al 25% de concentración con agua para que su uso sea lo más práctico y eficiente posible, al poderse disolver fácilmente sin generar tanto olor.
El amoníaco, como ya se podía intuir por el punto anterior, dispone de diversas propiedades. Las que más destacan son las siguientes:
Como suele ocurrir en nuestra tienda, el amoníaco es un componente esencial para la elaboración de algunos fármacos. Sin embargo, todas estas propiedades se aprovechan también para muchas otras industrias diferentes:
En forma de gas, el amoníaco puede usarse en concentraciones de más del 99% para conseguir temperaturas de hasta -70° C, algo necesario en la conservación en plantas de refrigeración. Lo más llamativo de este sistema es que resulta uno de los más económicos, siempre utilizando las medidas de seguridad oportunas.
Este uso empezó a popularizarse en la industria alimentaria, aunque lo cierto es que esta gran capacidad de refrigerar de manera económica lo ha convertido en un protagonista de la climatización industrial y el aire acondicionado, sobre todo en hospitales, hoteles y aeropuertos, donde las estancias a climatizar requieren más potencia y se pretende ahorrar. No obstante, en el espacio público se usa siempre en cantidades muy limitadas por seguridad.
Como ya adelantábamos, el amoníaco es una gran fuente de nitrógeno para las plantas y es por eso mismo que se utiliza a menudo para generar fertilizantes que sean fáciles de absorber y que ayuden a la planta a generar todo tipo de aminoácidos, clorofila y proteínas.
El amoníaco es un agente limpiador y desengrasante, y no es de extrañar que sea un componente más en la formulación de los productos de limpieza. Tradicionalmente, el amoníaco se ha usado en los hogares precisamente por lo económico que resulta y los rápidos resultados que facilita.
Algunos productos que suelen contener amoníaco en su receta:
Cabe destacar que, en el hogar, el amoníaco solo debe usarse con una concentración máxima del 10% para asegurar la salud de los consumidores.
Como es natural, el amoníaco también está presente en otros usos industriales que conllevan la limpieza, como es el tratamiento de aguas residuales.
El amoníaco también se usa en la industria de la belleza, principalmente en el tratamiento del cabello, donde cumple la función de remover los pigmentos naturales del pelo para luego evaporarse (cosa en la que el amoníaco es muy rápido) y volverlo a entintar con otros colores.
Cabe tener en cuenta que la manipulación del amoníaco puede entrañar ciertos peligros para la salud, y es conveniente tener esto en cuenta cuando pretendas utilizarlo.
Aunque en la propia ficha de seguridad que siempre incluimos en nuestros productos te damos todas las indicaciones pertinentes, cabe resaltar algunas medidas de seguridad básicas que los fabricantes, usuarios y consumidores deberían de tener siempre presentes, sobre todo en altas concentraciones:
El amoníaco es sin duda un químico muy interesante para un gran número de aplicaciones. En Vadequímica esperamos que puedas disfrutarlo en tus fabricaciones y que recuerdes siempre hacerlo con seguridad.