El consumo de algunos alimentos, el tabaco o ciertos antibióticos provocan que los dientes vayan cambiando su color, tomando un tono amarillento y oscureciéndose.
Hay diferentes formas en el mercado para blanquear los dientes, puedes acudir a tu dentista o comprar un kit en farmacias, pero si quieres una solución más asequible puedes usar algunos productos que es muy posible que tengas en casa.
Un truco casero que ayuda a recuperar el blanco de tus dientes
Antes del cepillado, utiliza el agua oxigenada en una solución de 3% (la puedes comprar en las farmacias) para hacer gárgaras durante más o menos 1 minuto y luego escupe y enjuaga la boca.
Después, cepilla los dientes con la mezcla de 2 cucharadas de agua oxigenada y 3 cucharaditas de bicarbonato de sodio. Crea una pasta similar a la de un dentífrico y añade un poco del mismo para darle buen sabor. Pon también un poco de sal, ya que ayuda a la exfoliación durante el cepillado.
Deja reposar un par de minutos, enjuaga y cepilla tus dientes como es habitual para quitar los restos.
Los resultados serán progresivos si se realiza este cepillado diariamente. Es necesario ser constante para ver cumplido nuestro objetivo: dientes blancos y sanos.
Por cierto, os recomendamos nuestros otros post sobre los usos del bicarbonato, no tienen desperdicio.