×

:

Not a valid Time
Campo obligatorio.

La importancia de los fertilizantes químicos

La importancia de los fertilizantes químicos

En las plantas así como en la vida en general todo sigue un ciclo que se va repitiendo. Un claro ejemplo puede ser el ciclo del agua. Empezando por la evaporación de ésta hasta que después de otros procesos acaba cayendo otra vez en forma de precipitaciones. En el mundo de las plantas ocurre lo mismo. Dentro del ciclo vital natural, hojas, frutos y semillas caen al suelo devolviendo lo que la planta tomó de él, manteniendo el suelo rico de nutrientes para el crecimiento óptimo de otras plantas. A pesar de ello, hay muchos factores que pueden perjudicar o incluso romper el ciclo, produciendo así un empobrecimiento en los nutrientes del suelo y haciendo necesario el uso de fertilizantes químicos para recuperar el estado óptimo del suelo. Por lo tanto siempre es apropiado aportar un poco de nutrientes externos. Los tres elementos que deben aportarse indispensablemente son: el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). Para ello son de gran importancia los fertilizantes (nutrientes asimilables por las plantas). Eso sí, deben aplicarse de manera racional, aportando las dosis necesarias y con la frecuencia adecuada.

Para ello desde Vadecultivo tenemos varios compuestos que van a permitir aportar las cantidades necesarias de nutrientes para las plantas.

  • Urea: Aporte de nitrógeno a través de las hojas y no en aportación directa al terreno. Ayuda al crecimiento y desarrollo de todo tipo de plantas. Intensifica el color de las hojas.
  • Sulfato amónico: Aporte de nitrógeno. De utilización especialmente recomendada en suelos alcalinos, mejorando las condiciones de desarrollo de la planta.
  • Fosfato diamónico (DAP): Aporte de fósforo y nitrógeno. Es altamente soluble y por lo tanto se disuelve rápidamente en el suelo para liberar fosfato y amonio disponible para las plantas. El equilibrio entre los nutrientes, nitrógeno y fósforo, lo hace adecuado para suelos muy ricos en potasio en los que no hace falta incorporar dicho elemento en el abonado y para cultivos como cereales de invierno, exigentes en fósforo. Muy adecuado para suelos neutros o básicos.
  • Fosfato monoamónico (MAP): Aporte de fósforo y nitrógeno. Muy usado especialmente en regiones agrícolas donde predominan los suelos de origen calcáreos o suelos alcalinos.
  • Nitrato potásico:: Aporte de nitrógeno y potasio. Fuente ideal para una óptima nutrición. Mejora la tolerancia a la sequía y aumenta la resistencia de las plantas a las enfermedades. Además es mucho más útil que otros fertilizantes potásicos que aportan cloruros o sodio (perjudiciales para las plantas).
  • Ácido bórico: Es una fuente de boro para cubrir las carencias del mismo y al mismo tiempo ayuda a inhibir la proliferación de insectos y hongos.
  • Fosfato monopotásico: Especialmente recomendado para agricultura intensiva, en hortalizas, frutales y flores donde las exigencias de fósforo y potasio son altas, pero también está recomendada su aplicación en frutales, ya que ayuda a la formación de fruta más dulce y sabrosa.
  • Nitrato amónico: Aportación rápida de nitrógeno para el crecimiento de las plantas. El Nitrato amónico disponible en Vadequímica tiene una alta solubilidad y pureza, que lo hace especialmente indicado en fertirrigación e hidroponía.
  • Nitrato cálcico: Nutriente que aporta calcio, el cual es esencial para mejorar el rendimiento de las plantas y prolonga su vida útil.
  • Nitrato férrico: Aporta hierro III que es asimilado fácilmente por la planta.
  • Óxido de magnesio: Fuente de magnesio para favorecer la formación de clorofila en las plantas.
  • Sulfato de cobre 5 hidrato: Corrige las deficiencias de cobre en el suelo. Al mismo tiempo actúa como fungicida, previniendo el crecimiento de hongos en las frutas.
  • Sulfato de hierro 7 hidrato: Complemento de hierro como micronutriente y azufre para la tierra. Endurece la hierba y ayuda a prevenir enfermedades. Disminuye el pH de la tierra, favoreciendo la absorción de nutrientes por la planta.
  • Sulfato de magnesio 7 hidrato: Previene y cura estados carenciales de magnesio. Es de fácil disolución por lo que suele aplicarse por vía foliar o por irrigación.
  • Sulfato de manganeso 1 hidrato: Aporte de manganeso como micronutriente, muy recomendable en suelos calcáreos.
  • Sulfato de zinc: Este aporte de zinc favorece el crecimiento del cultivo y el ancho del tallo, también evita el amarilleo, caida y encogimiento de las hojas.
  • Sulfato potásico: Su alto contenido en potasio y azufre mejora la calidad y aumenta la producción, las plantas son más resistentes al estrés y al alojamiento. Potencia la actividad de fotosíntesis y digestión drenante.

Related Posts