Tanto si llevas tiempo contemplando la posibilidad de añadir ácido fosfórico a tus recetas como si es la primera vez que oyes hablar de él, es importante que conozcas todos los detalles sobre este componente y puedas saber si te conviene o no añadirlo a tus productos, aunque verás que tiene muchas utilidades posibles.
El ácido fosfórico, también conocido como ácido ortofosfórico o ácido tetraoxofosofórico es un compuesto químico de tipo ácido con la fórmula H3PO4 que recibe el código E-338 como aditivo alimentario por parte del Sistema Internacional de Numeración. Como algo destacable, el agua produce la activación de este químico, aunque sigue siendo soluble en agua.
Aunque el ácido fosfórico tiene ciertas utilidades en otras industrias, en la alimentaria es muy útil como regulador de la acidez, estabilizador del color, emulsificante, antioxidante y saborizante. Además, es de sobras conocida su inclusión en la elaboración de algunos de los refrescos más famosos del mercado.
Este ácido, como muchos otros, se obtiene a partir de los minerales que proceden de la naturaleza. En concreto, el ácido fosfórico puede proceder del fosfato tricálcico, rocas de silicatos y carbonatos de calcio.
Para obtener este componente se puede optar por una de dos vías:
En primer lugar, se puede recurrir a lo que se conoce como vía húmeda. Se suele aplicar ácido sulfúrico sobre la roca mineral que lo contiene, de manera que se acaba obteniendo el ácido fosfórico junto a otras impurezas, por lo que luego se purificará hasta obtener la calidad o grado de ácido que se requiera, ya sea para su uso como componente técnico, aditivo alimentario o farmacéutico.
Otra opción que también es válida para obtener ácido fosfórico es quemar fósforo elemental, obteniéndolo en versión líquida y ácida.
Hay que tener en cuenta que este componente cristaliza si está por debajo de 20 °C y a concentraciones de 85% o más. Por esto mismo, se suele usar en concentraciones menores al 80%.
Lo más interesante de este producto es toda la gran variedad de efectos que tiene sobre los alimentos cuando se incluye en las producciones alimentarias:
Cuando se pretende aumentar o reducir la acidez o pH de un producto, tan solo hace falta recurrir al ácido fosfórico para regularlo.
Añadiendo un poco de ácido fosfórico es fácil conseguir que el color natural del alimento se mantenga durante más tiempo.
En parte, gracias a su capacidad como estabilizador, para el ácido es fácil ayudar a conservar más el alimento y evitar que se oxide.
En algunas preparaciones es importante poder mezclar varios componentes, y ahí es donde entran productos ácidos como este, que permiten juntarlos aunque parezcan poco compatibles. Los desgranan, los deshacen, y ahí es cuando la receta puede salir mucho mejor.
No hay que olvidar que el ácido fosfórico también es un producto que puede potenciar el sabor de tus alimentos, algo indispensable cuando quieres lograr superar a tu competencia en tus preparaciones.
Hay diferentes utilidades posibles del ácido fosfórico, que ya hemos demostrado en las aplicaciones de producto que tenemos en la ficha de la tienda sobre el ácido fosfórico alimentario. Primero, nos centraremos en la que tiene como aditivo:
Otras utilidades que tiene el ácido fosfórico, fuera de la industria alimentaria:
Como se puede ver, las utilidades del ácido fosfórico no te las acabarás si pretendes hacerte con este producto en nuestra tienda de Vadefood. ¡Añádelo a las recetas donde te sea más necesario, no te arrepentirás del resultado!