En el pasado ya te hemos hablado sobre el oxígeno líquido, pero hoy queríamos contarte las razones por las que siempre lo recomendamos como sistema de tratamiento para cualquier piscina, queremos compartir contigo las ventajas de la aplicación del oxígeno líquido en las piscinas.
Y es que el oxígeno líquido es un potente agente purificador que aún no se usa suficiente por desconocimiento. Aquí van algunas de sus ventajas:
Gracias a la forma en como está compuesto, podemos afirmar que el oxígeno líquido es el componente más sano y respetuoso con el medio ambiente que existe, sobre todo en comparación con otros tratamientos más clásicos como el cloro.
Además, tiene capacidad para ser usado como complemento del ozono y sirve para aumentar la protección contra la radiación UV.
El oxígeno líquido para piscinas también tiene la propiedad, como es lógico, de limpiar el agua de la piscina. Puede eliminar eficazmente cualquier resto de materia orgánica o incluso acabar con los microorganismos que suelen llegar fácilmente a las piscinas. Por otro lado, tampoco aumenta la dureza del calcio ni eleva los niveles del estabilizador.
Añadiendo un poco de oxígeno líquido a tu piscina acabarás de forma ecológica con todos esos parásitos no deseados, ¡y lo mejor de todo es que ya no necesitas cloro! Con el oxígeno líquido para piscinas dejarás el agua totalmente cristalina, como si hubiera sido extraída de un río.
Pero espera, ¡hay muchas más ventajas que aún no te hemos contado!
Si tenías problemas porque el sistema de limpieza de tu piscina con cloro tenía un olor horrible en el agua o llenaba siempre los filtros con ese olor característico del cloro, se acabó. El oxígeno líquido, a base de peróxidos, no deja ningún olor molesto a diferencia del cloro.
Y tranquilo, porque si antes usabas el sistema clásico de limpieza de piscinas, debes saber que el oxígeno líquido no se mezcla con el cloro que existía antes. Ya puedes despedirte de los malos olores en tu piscina, que irán desapareciendo poco a poco mientras vayas aplicando este químico.
Una de las objeciones habituales que tenemos de forma comprensible ante nuevos componentes que nos puedan proponer para la limpieza son los posibles peligros que pueda representar el oxígeno líquido.
La realidad es que es mucho más cómodo que el cloro en el sentido de que:
Como ya te comentábamos, es mucho más limpio que el cloro y no deja ningún resto en los filtros, lo que lo hace ideal para combinarlo con cualquier tipo de filtro (incluso arena o diatorneas).
También es compatible con la gran mayoría de tratamientos de desinfección, por lo que está asegurada una gran eficacia en el mantenimiento de la piscina.
Tampoco crea espumas como sí ocurre con otros componentes de limpieza, por lo que el agua se mantiene cristalina todo el día, por mucho que la remuevan.
Esto también lo hace ideal para piscinas que utilicen equipos de natación a contracorriente o sistemas similares, así como parques acuáticos donde la espuma no es bienvenida y el agua no para de moverse con gran rapidez.
Otro factor que puede hacer que muchas personas se decanten por este componente es que no destiñe. El agua de las piscinas que están tratadas con oxígeno líquido tienen la capacidad de mantener los colores de los revestimientos y superficies pintadas en las que está.
Esto es algo de lo que muchas personas no se dan cuenta hasta pasado un buen tiempo, pero nosotros en Vadequímica ya te garantizamos que es así.
Además de todo esto, es un tratamiento que actúa de forma inmediata, ya que al ser un líquido con una composición de fácil disolución, no tarda en quedar expandido por toda el agua de la piscina, solo con un poco de movimiento ¡Es muy fácil de aplicar!