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Bioestimulantes para plantas, ¿qué son y cuáles hay?

Bioestimulantes para plantas, ¿qué son y cuáles hay?

En el anterior artículo mencionamos a los aminoácidos como grandes bioestimulantes para plantas, pero, ¿qué es exactamente este término? En este artículo entraremos más en detalle sobre este concepto y te listaremos algunas de sus funciones.

¿A qué llamamos un bioestimulante para plantas?

Una planta necesita alimentarse para crecer, eso todos lo tenemos claro, pero hay ciertos componentes que pueden beneficiar diferentes aspectos de su desarrollo y que no tienen nada que ver con los fertilizantes.

Los bioestimulantes son sustancias y microorganismos que estimulan los procesos naturales de la planta, de tal manera que esta puede ver potenciada su capacidad para absorber nutrientes, tolerar mejor las inclemencias del tiempo o mejorar la calidad de los frutos que resultan de cualquier cultivo.

Para definirlo con otras palabras, la Coalición de Bioestimulantes, un grupo de empresas americanas especializadas en el tema, ha consensuado una explicación más oficial del concepto:

"Un bioestimulante es un material que cuando es aplicado a la planta, la semilla o al suelo mejora la capacidad de la planta para asimilar los nutrientes aplicados o proporciona beneficios en el desarrollo o respuesta al estrés".

Siguiendo las definiciones de bioestimulantes, podría afirmarse que hay una amplia gama de productos, tanto orgánicos como sintéticos, que puedan cumplir con al menos una de dichas funciones. Más adelante veremos cuáles son aquellos que entrarían mejor en esta categoría, pero primero veamos cuánto puede ayudarte realmente un bioestimulante en tu huerto.

Los beneficios de usar bioestimulantes en plantas

El bioestimulante puede:

  • Mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes, potenciando el desarrollo.
  • Aumentar la tolerancia de la planta al estrés abiótico.
  • Potenciar cualquier rasgo de calidad, ya sea en la planta o el fruto.
  • Recuperar la disponibilidad de nutrientes en el sustrato.
  • Disminuir el ritmo de los procesos de descomposición del abono.
  • Favorecer el crecimiento y desarrollo de cultivos, o la floración en flores.
  • Intervienen y mejoran los procesos metabólicos de la planta, como la fotosíntesis, la absorción de iones o la síntesis de ácidos nucleicos.

La mayoría de estas ventajas ya las hemos comentado en las definiciones anteriores, pero de esta manera quedan mucho más claras.

A esto, nos gustaría añadir también que algunos de los actuales bioestimulantes, antiguamente eran considerados como fertilizantes. No obstante, los fertilizantes tienen una función diferente: Aportan nutrientes a las plantas, mientras que los bioestimulantes, estimulan la absorción de nutrientes y hacen a la planta más eficiente y resistente. Una cosa es el alimento (fertilizantes) y otra es la capacidad de la planta para alimentarse (bioestimulantes).

Por todo esto, cuando se aplica un bioestimulante en una planta estás consiguiendo reducir la necesidad de aportar más nutrientes, ya que el vegetal los va a aprovechar mucho mejor y no vas a tener que aplicar tantos fertilizantes.

Es precisamente por esta reducción de fertilizantes que los bioestimulantes son una solución ideal para cualquier jardinero cuando lo que se busca es procurar conseguir los mejores resultados con la planta sin abusar de productos químicos que puedan dañar la naturaleza que rodea a tu huerto o plantación.

Teniendo en cuenta que uno de los objetivos de la Unión Europea por la conservación del medio ambiente es la de reducir el uso de fertilizantes en al menos un 20% para 2030, podríamos afirmar que los bioestimulantes son el potenciador vegetal del futuro.

Tipos de bioestimulantes para plantas

Según la comunidad científica consultada por  Certis Europe, hay diferentes tipos de productos que podrían entrar en la categoría de bioestimulante:

Ácidos húmicos y fúlvicos

Las sustancias de tipo húmico suelen estar presentes de forma natural en el suelo, ya que surgen a partir de la descomposición de materia vegetal, animal o de microorganismos. También a partir de la actividad metabólica del sustrato.

Son precisamente los ácidos húmicos y fúlvicos una de las razones por las que los suelos tienden a desgastarse al cabo de varias cosechas y necesitan un tiempo de recuperación. Por mucho fertilizante que se le añada al sustrato, cualquier jardinero experimentado sabe que sin estos bioestimulantes resulta más difícil obtener buenos resultados. Una manera de cultivar que prescinde de este componente es la  hidroponía.

Aminoácidos y mezclas de péptidos

Los aminoácidos son un producto que se obtiene a través de un proceso químico de hidrólisis, a partir de residuos de cultivos, colágenos o tejidos epiteliales de origen animal, entre otros.

Los hemos mencionado en nuestro anterior artículo con más detalle y no es casualidad que tengamos nuestra propia selección de  aminoácidos de origen vegetal, producto con el que obtienes un potente bioestimulante para tus plantas y cultivos.

Extracto de algas y plantas

Los extractos de algas y plantas siempre han sido utilizados como fertilizantes, pero lo cierto es que tienen propiedades bioestimulantes. Cuando se venden por las empresas, pueden venir mezclados con nutrientes, esteroles y hormonas.

Quitosanos y otros biopolímeros

Los quitosanos son la forma deacetilada del biopolímero de quitina. Se puede encontrar en la naturaleza o también se puede crear en laboratorio y venderse. Su uso en la jardinería es más reciente, y su popularidad se debe a la fuerte potenciación que consigue de las defensas naturales de la planta.

Compuestos inorgánicos

No todo iban a ser extractos de plantas o animales. También se puede encontrar bioestimulantes provenientes de los residuos inorgánicos. Están especializados en mejorar el crecimiento de la planta, y resultan indispensables para conseguir los mejores resultados con algunas especies.

Entre los bioestimulantes inorgánicos más comunes se encuentran el aluminio, cobalto, sodio, selenio y silicio. Todos ellos pueden encontrarse de manera natural en el suelo, pero también pueden aplicarse al sustrato a través de diferentes productos. Todos ellos, puedes encontrártelos en nuestra sección de  sulfatos.

Hongos y bacterias beneficiosas

Aunque las bacterias no tengan muy buena fama entre los jardineros, lo cierto es que hay algunas que pueden ser beneficiosas y que incluso actúen como bioestimulantes. En parte, esto es gracias a una especie de simbiosis (una relación beneficiosa mutua) que se da sobre todo en el caso de los hongos micorrícicos. Por su carácter natural y sostenible, son una alternativa muy interesante para los más expertos, en ciertas plantas que se puedan beneficiar de ellos.Como puedes ver, no hay poca cantidad de bioestimulantes para plantas. En este artículo esperamos haberte ayudado a entender mejor qué son, cómo actúan y las distintas alternativas que tienes para potenciar tus cultivos.

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