¿Sabes todos los problemas que puede causar un pH bajo en tu piscina? En este artículo te hemos recopilado las principales consecuencias, para que seas más consciente del problema. Además, te añadimos algunas indicaciones para subir el pH y solucionarlo lo antes posible.
Y es que mantener el equilibrio del pH es crucial para asegurar el bienestar de los bañistas y la eficiencia de los productos de mantenimiento del agua.
Cuando el pH del agua decae por debajo de los niveles óptimos (7,2), surgen una serie de problemas que pueden afectar tanto a la salud de los usuarios como a la integridad de la piscina.
Este es uno de los paralelismos que nos encontramos con los problemas de tener un pH alto en la piscina, y es que un desequilibrio de pH enseguida se hace notar en la piel y los ojos.
Se manifiesta a través de sequedad, picor e incluso erupciones cutáneas. Estas molestias empeoran la experiencia del baño y de hecho pueden desencadenar problemas dermatológicos más serios si la exposición es prolongada.
Aunque cueste un poco de creer, el agua con un pH bajo tiene un carácter corrosivo, y es capaz de atacar los componentes metálicos de la piscina, como escaleras, barandillas y otros accesorios.
Deteriora los elementos de la piscina, comprometiendo su estructura, pudiendo generar óxidos y otros restos del desgaste.
El pH bajo también afecta a componentes plásticos dentro de la piscina, como skimmers y elementos de flotación. La agresividad del agua puede provocarles un deterioro muy rápido, afectando la funcionalidad de estos componentes.
La presencia de sulfatos liberados en el agua, junto con un pH bajo, puede provocar la aparición de manchas oscuras en paredes y suelo de la piscina.
Estas manchas, además de dar un aspecto horrible, indican un deterioro de los revestimientos de la superficie, comprometiendo la seguridad de cualquiera que quiera zambullirse.
Otro paralelismo que nos encontramos con el pH demasiado alto. A consecuencia de todo lo anterior, el agua se puede enturbiar con los restos de la corrosión. Esto se refleja en una necesidad de usar más abrillantador para clarificarla.
Como ves, siempre que veas que las aguas de tu piscina se vuelven turbias, podría ser un problema de pH. Tendrás que salir de dudas aplicando un aparato medidor de pH.
Una de las peores consecuencias de tener un pH bajo en tu piscina es que la mayoría de productos que usarás para el mantenimiento de tu piscina enseguida se disiparán y perderán parte de su efecto.
Esto es grave porque implica que tienes que aumentar mucho la frecuencia de aplicación y cantidad de estos productos. Esto, no solo es malo para tu bolsillo, sino que también puede hacer mucho más doloroso el mantenimiento de la piscina, y es fácil pasarse con el cloro cuando esto pasa.
Un pH bajo, por debajo del ideal de 7,2 a 7,4, indica que el agua es ácida. Son varias las razones pueden provocar esta acidez. Vamos a desglosar las causas principales que contribuyen a un pH bajo en tu piscina, aunque debes de tener en cuenta que a veces es imposible saberlo, solo seguir algunas pistas:
En caso de que tengas problemas con el pH bajo de tu piscina, te interesará saber que solo necesitas aplicar nuestro incrementador de pH. Con 1,2 litros por cada 100 m³ será suficiente para incrementar el valor del pH en 0,2 unidades. Haz el cálculo después de medir el pH de tu piscina y consigue ese equilibrio entre 7,2 y 7,6 que es tan necesario.