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Cloruro potásico alimentario, ¿qué es y para qué sirve?

Cloruro potásico alimentario, ¿qué es y para qué sirve?

El cloruro potásico alimentario, también conocido como cloruro de potasio o por sus siglas de aditivo alimentario E508, tiene multitud de propiedades que pueden resultar interesantes en muchos negocios relacionados con la alimentación, sobre todo como substituto de la sal. En este artículo te explicamos más detalles sobre él.

¿Qué es el cloruro de potasio en alimentos?

El cloruro de potasio, de fórmula química KCl, es un aditivo alimentario con aspecto de sal, igual que muchos otros. Su composición aproximada es de un 48% de cloro y un 52% de potasio, algo que ya refleja su nombre.

Su parecido con la sal se debe a que se trata de un compuesto inorgánico de origen natural, una serie de pequeños cristales finos y blancos. El que vendemos en Vadefood está extraído del mar Muerto, a partir de la recristalización del cloruro potásico en sus aguas. Cuando este cloruro se humedece, tiende a compactarse, como la mayoría de sales.

¿Para qué sirve el cloruro de potasio?

Uno de los usos principales del cloruro potásico en la industria de la alimentación es la substitución de la sal en cualquier receta, substituyendo el sodio por potasio, que resulta un elemento necesario para el cuerpo humano. 

Esto da resultados muy positivos para aquellas personas que están intentando reducir el consumo de sal en su dieta, lo que puede conllevar la posibilidad de la creación de alimentos con sales dietéticas para cualquier fabricante en sus modelos de productos, que pueden catalogarse como bajas en sodio o light.

Además, este añadido alimentario también resulta útil en el proceso de creación de otros aditivos y es útil también al añadirlo como aporte de potasio en el pienso para animales domésticos. También resulta útil como potenciador del sabor y regulador del pH en alimentos cárnicos, igual que sucede con muchos otros cloruros.

Comentar brevemente que fuera de la industria alimentaria, el cloruro potásico también tiene ciertos usos. Por ejemplo, resulta el componente principal en medicamentos comerciales que buscan compensar la falta de potasio en la dieta, que puede haber sido causado por otros fármacos, vómitos o diarrea.

Volviendo al tema que nos toca en Vadefood, y para poner de ejemplo, estas son algunas industrias alimentarias e ideas de aplicación en las que el cloruro de potasio puede ser una opción viable e interesante:

  • Piensos para animales
  • Alimentación para bebés
  • Preparación de aditivos
  • Bebidas isotónicas
  • Uso como sal dietética, sustitutiva de la sal normal
  • Industria cárnica, sobre todo en embutidos cárnicos envasados
  • Productos precocinados
  • Alimentos en conserva, como frutas o verduras
  • Alimentos procesados como snacks o patatas fritas
  • Bebidas alcohólicas
  • Levadura para harinas

Es importante remarcar que el cloruro de potasio es un tipo de aditivo que puede resultar molesto para el sistema digestivo cuando es consumido en grandes cantidades (más de 9 g al día). Por eso mismo, y a pesar de que es un aditivo alimentario aprobado para el consumo humano, siempre es recomendable moderar el uso de este añadido en los alimentos, y usarlo en cantidades responsables, igual que deberíamos de hacer con la sal normal.

Además, es de sobras conocido por los fabricantes que el cloruro de potasio no ha sido utilizado como principal potenciador del sabor, principalmente, porque no tiene tanta capacidad para salar los alimentos como la sal común. Esto provoca que a menudo se tengan que combinar ambos tipos de cloruros para lograr una potenciación del sabor idónea y a la vez las ventajas del cloruro potásico.

Porque sí, si hablamos de salud, el cloruro potásico como aditivo, que suele ser empleado en bajas cantidades, sigue siendo una opción mucho más eficaz e interesante que la sal.

El cloruro potásico como sustitutivo de la sal

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de las personas consumen una cantidad excesiva de sal cada día, aproximadamente unos 12 g, lo que constituye el doble del máximo sugerido. La misma organización recomienda reducir el consumo de sal como método para mejorar la salud general de la población, pudiendo incluso reducir la cantidad de muertes en unos 2,5 millones de personas por año.

Según portales especialistas y referentes en alimentación como Food News Latam que divulgan esta información, uno de los mejores métodos para reducir el consumo de sal es precisamente su sustitución por el uso del cloruro potásico en la dieta. El cloruro potásico se considera uno de los pocos aditivos que puede competir con la sal en cuanto a capacidad de potenciación del sabor y conservación del producto.

De hecho, esto se sabe en la industria alimentaria y, por eso mismo, hoy en día muchos de los productos que denominamos como light o bajo en sodio utilizan el cloruro potásico en su receta, como sustitutivo completo de la sal como elemento con el que se combina para reducir su proporción final. Esto se denomina también dieta hiposódica.

Esto podría ayudar a controlar mejor la hipertensión en muchos casos, así como otros problemas de salud graves relacionados con el exceso de consumo de sal. También podría ayudar a combatir la epidemia número 1 de nuestros tiempos: La obesidad.

Dicho todo esto, ¿deberíamos sustituir la sal común por cloruro potásico por completo? La realidad es que podríamos, pero en la alimentación todo es cuestión de equilibrio. Siempre puede ser buena opción reducir al máximo posible el consumo de sodio, aprovechando las propiedades que este aditivo puede aportar en la dieta, y son los fabricantes los que deben dar el paso de incluirlo en sus productos.

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